dilluns, 9 de novembre del 2015

"El niño es realista; el muchacho, idealista; el hombre, escéptico, y el viejo, místico."
GOETHE, Johann Wolfgang von
"No conozco mayor enemigo del hombre que el que es amigo de todo el mundo."
ROUSSEAU, Jean-Jacques
Filósofo y botánico francés.
Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.
José Saramago
Tots els camins son bons per fer camí però cal saber on van
Miquel Martí i Pol
"Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado."
NIETZSCHE, Friedrich
La sabiduría de los sabios y la experiencia de los siglos pueden conservarse en las citas.
Benjamin Disraeli
"Quien alcanza su ideal, sólo por este hecho lo rebasa."
NIETZSCHE, Friedrich
"El peligro radica en que nuestro poder para dañar el ambiente, o al prójimo aumenta a mayor velocidad que nuestra sabiduría en el uso de ese poder."
HAWKING, Stephen William
MUJER-JOHN LENNON. Mujer, difícilmente puedo expresar mis emociones mezcladas y mi pensamiento. Después de todo, te estaré por siempre en deuda. Y mujer, intentaré expresar mis sentimientos internos y mi agradecimiento por mostrarme el significado del éxito. Mujer, sé que entiendes el pequeño niño dentro de un hombre. Por favor, recuerda mi vida está en tus manos. Y mujer mantenme junto a tu corazón. Sin embargo, la distancia no nos mantiene separados. Después de todo, está escrito en las estrellas. Mujer, por favor déjame explicar: nunca quise causarte pena o dolor, Pues déjame una y otra, y una y otra vez decirte: Te amo, ¡sí!, ¡sí! ahora y por siempre: te amo, ¡sí!, ¡sí! ahora y por siempre: te amo, ¡sí!, ¡sí! ahora y por siempre: te amo, ¡sí!, ¡sí!
"La inteligencia busca, pero quien encuentra es el corazón."
SAND, George
"El verdadero discípulo es el que supera al maestro." ARISTÓTELES
REGLAS DE JUEGO PARA LOS HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A LAS MUJERES I El hombre que me ame deberá saber descorrer las cortinas de la piel, encontrar la profundidad de mis ojos y conocer lo que anida en mí, la golondrina transparente de la ternura. II El hombre que me ame no querrá poseerme como una mercancía, ni exhibirme como un trofeo de caza, sabrá estar a mi lado con el mismo amor con que yo estaré al lado suyo. III El amor del hombre que me ame será fuerte como los árboles de ceibo, protector y seguro como ellos, limpio como una mañana de diciembre. IV El hombre que me ame no dudará de mi sonrisa ni temerá la abundancia de mi pelo, respetará la tristeza, el silencio y con caricias tocará mi vientre como guitarra para que brote música y alegría desde el fondo de mi cuerpo. V El hombre que me ame podrá encontrar en mí la hamaca donde descansar el pesado fardo de sus preocupaciones la amiga con quien compartir sus íntimos secretos, el lago donde flotar sin miedo de que el ancla del compromiso le impida volar cuando se le ocura ser pájaro. VI El hombre que me ame hará poesía con su vida, construyendo cada día con la mirada puesta en el futuro. VII Por sobre todas las cosas, el hombre que me ame deberá amar al pueblo no como una abstracta palabra sacada de la manga, sino como algo real, concreto, ante quien rendir homenaje con acciones y dar la vida si es necesario. VIII El hombre que me ame reconocerá mi rostro en la trinchera, rodilla en tierra me amará mientras los dos disparamos juntos contra el enemigo. IX El amor de mi hombre no conocerá el miedo a la entrega, ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento en una plaza llena de multitudes. Podrá gritar -te quiero-o hacer rótulos en lo alto de los edificios proclamando su derecho a sentir el más hermoso y humano de los sentimientos. X El amor de mi hombre no le huirá a las cocinas, ni a los pañales del hijo, será como un viento fresco llevándose entre nubes de sueño y de pasado, las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados como seres de distinta estatura. XI El amor de mi hombre no querrá rotularme y etiquetarme, me dará aire, espacio, alimento para crecer y ser mejor, como una Revolución que hace de cada día el comienzo de una nueva victoria. (Gioconda Belli)